Yo ... pecadora



Me confieso ante los ojos de lo absurdo,
soy ilusa,
sueño un bosque de calamares terrestres
reptando ante la perfidia del mundo;
soy inmóvil,
solo mi mente se mueve
al ritmo de este cielo estúpido;
soy muy franca,
la osadía de unos héroes que no existen
me hacen llorar de lástima,
me hacen gritar de susto.

Me confieso ante la mirada de un destino;
bajo mis ojos,
nunca hago nada,
¡ merezco la muerte !.

Veo pasar insensatas destrucciones,
ópalos de sangre inundan mi cabeza;
y no hago nada,
me limito a llenar de aire mis pulmones,
a mirar, sonreír, hablar,
sabiendo que una aurora gime de tristeza.
¡ merezco el cadalso !.

Me confieso ante este mundo infértil,
mas infértil es mi voz,
bosteza ineptitud
mi sombrío aire congelado.
¿ es que necesitan llamarme por mi nombre ?
que retardo insulso me rodea,
que retardo insulso soy yo misma;
veo morir un punto agitado en la espesura
y no hago nada, nadie hace nada,
ni siquiera el que se hace llamar hombre.

Me confieso de rodillas,
calladamente me acusa un hambriento
ante la mirada de una triste soñadora,
despliego indiferencia involuntaria,
solitaria golondrina del momento.

bajo mis ojos,
me acobarda la verguenza,
soy una mas en el terreno
vestida de valiente pecadora.

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