Te pienso aunque distante,
te siento haciendo parte del silencio,
horadando el trópico en que habito;
complemento de mi mar y mis momentos.
Estás aquí,
anocheciendo en las lunas de este marzo
colocando sonrisas a mi rostro,
y el viento de tu isla que me habla,
vistiendo de tristeza la constancia de mis pasos.
Estás en mí,
irascible y agotado
de saber que mi cuerpo te ama tanto.
Te encuentro cuando miro
y cuando me ciego al mundo,
entre canciones, licor y llanto.
Estás en mis selvas de pasiones y tormentos,
en el amazonas de tu nombre
donde mis ojos están presos.
Dialecto universal el trigo de tu pelo,
sinfonía de luz tu mirada: es mi reflejo.
Te tengo dibujado entre mi duda y mi certeza,
protegido en mi cordura y mi locura;
imantado en el sitio
que elabora mis respuestas.
Permaneces como el dulce delirio de mi vientre,
tácito en el caos de mi pasado,
implícito en cada verso del presente.
te siento haciendo parte del silencio,
horadando el trópico en que habito;
complemento de mi mar y mis momentos.
Estás aquí,
anocheciendo en las lunas de este marzo
colocando sonrisas a mi rostro,
y el viento de tu isla que me habla,
vistiendo de tristeza la constancia de mis pasos.
Estás en mí,
irascible y agotado
de saber que mi cuerpo te ama tanto.
Te encuentro cuando miro
y cuando me ciego al mundo,
entre canciones, licor y llanto.
Estás en mis selvas de pasiones y tormentos,
en el amazonas de tu nombre
donde mis ojos están presos.
Dialecto universal el trigo de tu pelo,
sinfonía de luz tu mirada: es mi reflejo.
Te tengo dibujado entre mi duda y mi certeza,
protegido en mi cordura y mi locura;
imantado en el sitio
que elabora mis respuestas.
Permaneces como el dulce delirio de mi vientre,
tácito en el caos de mi pasado,
implícito en cada verso del presente.
0 comentarios:
Publicar un comentario