A Dios le importa mi dolor:
cualquier sufrimiento será
coronado con victoria.
Mis lágrimas desahogarán
mi angustia,
pero el señor todopoderoso
me levantará delante
de mi gente y públicamente
me dará mi recompensa.
Vienen días para mi, donde mi lamento
será convertido en gozo y me serán
dadas vestiduras reales.
Porque el que escucha mi llanto
y mi clamor, es el
SANTO DE ISRAEL
"Es la fe la certeza de
las cosas que se esperan y la
demostración de las cosas
que no se ven"
"Dios mio, como amo yo tu ley,
es ella todo el día mi meditación.
Gracias por hacerme más
sabia que mis enemigos"