Quimeras de un pasado


Fuiste el murmullo que abrazaba un cielo,
un sabor a miel con vestigios de un lugar eterno.

Fuiste mi poesía,
el tormento de mis ojos,
el azúcar que llenaba mi sangre con lamentos.

Te llamabas sol y te llamabas miedo,
dulce ambrosía que irisaba las fibras de mi pelo.

Te llamabas bendición,
renacer de los instantes que abrigaba.

Te llamabas luz y profecía,
ombligo de este reino que venero.

Fuiste mi fe en la desconfianza,
el amor entre lo estéril del desierto.

Fuiste todo lo que quise y lo que mi mente se inventaba,
la ilusión que fragmentó lo más sincero de mi anhelo.

Fuiste todo en este mundo
y en los otros que no vivo,
en lo oculto y la verdad,
en la razón y hasta en lo humano.

Simplemente fuiste y hoy no es nada
por designios del destino y del cerebro
y en otra voz y en otro verso
me toca comenzar mil veces otro sueño.




1 comentarios:

Ana Maria Ortiz Ferro dijo...

Hola, me parece un poema muy interesante,cabe resaltar que este poema como los demás del Blog, son poemas con gran sentimiento, poemas que de la forma en la que están escritos son de fácil compresión, y lo mas importante, atraen y hacen que los lectores se sientan aun mas identificados; espero muchos poemas mas.

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