La simpleza de lo cierto


Hubiera querido verte siempre arrinconado en mis amores,
en estas ganas innegables de imantar tu vida en mis delirios.
Ojalá tu voz no sedujera nunca mis oídos
y despojar el secreto de tenerte impregnado en mis lunares.

En esta vida, en las otras y en las que nunca existirán,
siembro mil sonrisas dedicadas a tu nombre,
hechas con ficción, disimulando lo gris de la respuesta.

¿Porqué quisiste marcharte de mis ojos?
¿Porqué no fue suficiente mi amor y mi certeza?


Envidio la mirada de la luna que acompaña tus suspiros,
que ilumina el horizonte que te aleja de mi calma.


Y es que el tiempo agota la verdad
descubriendo lo dudoso del amor no revelado,
colocando miedo en las palabras,
desgastando la ilusión de habitar en tu legado.

Me deshojo cada día en este secuestro de pasiones
cohibiendo sin querer mis latidos presurosos.
Coacciono a mis manos a practicar el olvido
Pero en mi boca …
En mi boca muere un beso por seguirte amando.