Séptimo cielo


Tu mirada,
océano de luces boreales,
obelisco donde estaciono mis momentos.
Tus ojos: mi profecía,
primer cielo que desnuda mis proverbios.

¿Reconoces la veta de amor
que se desvela en tu sonrisa?
es ella mi segundo cielo,
sublime descanso de mi alma,
génesis ampliada de tus sueños,
nido subyugante de mis cuerpo.

Te invito a poseer los horizontes de mi vientre;
seda líquida disuelta entre tus manos.
Ellas, cielo que entrelazo entre mis dedos,
responsables de anhelarte en mi presente.

Persigo tus susurros envolventes,
cielo que alcanzo al escucharte.
¿Reconoces mi pasión abrigada en tu palabra?
Tu voz cual melodía aclimata mis instantes,
mi verbo se conjuga como esclavo a tu lenguaje.

Dulce amante de alboradas,
mi quinto cielo tu lejana esencia,
amor fragante, a favor la brisa,
tu olor seduce mis sentidos en tu ausencia.

Deambulo codiciosa en la miel de tu cabello,
sexto cielo en el que habito.
¿Reconoces que me aviva el brillo de tu pelo?
deshojo el infinito tratando de tocarlo,
entre almohadas reposa el capilar de trigo,
hebras de sol; añoranzas de mi tacto.

Trovador de mis caminos,
¿Reconoces mis pasos en los umbrales de tu tiempo?
Tu cuerpo vive amarrado a mis pretextos.
Todo tú, séptima elipse celestial;
no tenerte es mi castigo,
alcanzarte es mi designio.

Amor eterno a mar abierto,
me aferro al milagro
de perderme en tu universo;
mi huella besando el castillo de tu suelo,
haciéndo de tu nirvana mi alimento.

Tu sedosa piel a mi contacto,
la mejor conquista de mi boca: el octavo cielo.
Impases mentales


Se siente danzar en la espesura
lejanos aromas que ostentan ser dueños de mi voz,
se implantan voces de un jamás que por momentos
se siente satisfecho.
¿Habrá algo más allá del allá que yo me invento ?
Probablemente sea el ensayo del amor que quiero inculcar en mi cerebro.

Se siente, claro que se siente el susurrar ilógico del tiempo,
tirano prepotente que amenaza revertir
el orden consecuente de mis pasos …
¡ Maldito transgresor de la ley universal del pensamiento !

Como anhelan mis pasiones invocar al espíritu del sol
y extraerle a la boca de mis sueños sus secretos.

Se siente avergonzada la dignidad del miedo
en este inútil intento de dominar mi rumbo.
Solo callo y busco enredarme en un presente
donde amanezca más temprano
y encauzar al infinito el lamento empobrecido
de los días que no son tanto.

¿Es que acaso se puede llorar sobre lo “no nacido”?
Posiblemente sea el cantar de un futuro que no extraño.

Como se pierden mis instintos en el atajo de lo incierto
entre subastas de quimeras imantadas al verano.
Como sueño recorrer tus mentiras con mis manos
y entregarte mi sonrisa en holocausto por mis penas.
¿Acaso es posible subir una escalera sin peldaños?

Ahora que mi voz ha sido desterrada de tu lado,
probablemente sean mis ojos quienes logren cocinar las primaveras.

A veces ... solo a veces



A veces, solo a veces,
siento renacer en tus palabras,
dominada por este amor que me convence.
El tiempo restante
me eclipso en las aguas de tu mar inmenso,
distorsiono tu aliento en mi memoria
y lo inmovilizo en el claustro de mi tiempo.

A veces, solo a veces,
recorro en mi mente la luna de tu cuerpo
y acallo con mi boca la magia
del suspiro que te absorbe en el momento.
El tiempo restante me acojo
al secreto de tus madrugadas
y eternizo tu luz en la distancia.

A veces, solo a veces,
aplaco mis delirios sintiéndome tocada
por la mirada de tu imagen.
El tiempo restante absuelvo mis pecados en tu reino,
tejiendo mi verdad
en el elixir callado de tus cielos.
Por instantes me someto,
por instantes en tus ojos desvanezco.

A veces, solo a veces muero en tu sonrisa,
en el tiempo restante no hay vida.


Amor de alas


A ti, que colocas en mi rostro
La sonrisa eterna de un te quiero,
una pasión, una leyenda;
gloriosa liberación de mis pupilas
verte acostado entre mis sueños.
Me enredo en acertijos
del escorpión que te acompaña;
gran besador:
Tu astrología quiero tejerla en mi pecado,
al compás de tu voz que me avasalla.

A ti, que haces descansar mis ojos
en el mar de tu mirada
y me elevas al lugar
donde se establece el alma,
que agilizas la certeza
de encontrarte en mi inventario;
amor de alas bautizadas
por la luna y su legado.

Para ti, ángel dulce y calma
que ameniza con canciones mis mañanas
y me dejas pernoctar en el sol de tu vehemencia,
escóndeme en la causa del anhelo que provocas
y desglosa mi pasión en la luz de tu presencia.

Cobíjate calmado en las orillas de mi noche,
aférrate extasiado en los valles de mi boca.

Paralelo a ti



Te vislumbro … hijo azul del infinito,
te comparo, me detengo,
inicio de nuevo el recorrido,
agrupo soles cuando te pienso,
me sumerjo en ti … en el blanco de tus sueños.

Todo es tan tuyo,
enhebrado elixir de la brisa;
tan absurdo y elocuente
tan fugaz y permanente,
tan pecador, tan inocente;
todo tú …
sublime invocación de mi sonrisa.

¿Tienes conciencia que mi prisión está en tus ojos?

Ellos …
Predadores de mi lógica y razón,
halago cadencioso de mi karma.
Incautos, aprehensivos,
opresores de mi ayer y mi mañana.

¿Eres consciente que mi voz está en tu alma?

Si … lo sabes.
Solo resta confesar
que mi universo está en tu almohada,
que me entrego al poder de tus silencios
y mis manos siempre te buscan en mi cama.
Ellas …
Esclavas sometidas por el fuego de tus ansias.

¿Sabías que sin ti mis pasiones no son nada?

Si … lo sabes.
Y solo resta confesar
que paralelo a ti está mi cuerpo,
que muerde polvo por tus besos
y no recuerda las fronteras ni distancias.
No hay paredes que dividan mi suspiro y tu mirada.

Paralelo a ti un instante que se escapa de mi boca
y se encadena a la tibieza de tu espalda.

Soñemos juntos





Soñemos juntos,
abracemos manos que consientan la memoria,
toma tu tibieza y calienta la ilusión
que en mi cuerpo permanece ya dormida.
Mírame …
¿Te das cuenta que quiero renacer en tus motivos?
¿Si percibes que contigo casi encuentro la salida?

Busca en ti … en los sitios supremos de tu mente,
quiero reposar mi nombre en esa luz que no descansa
y encontrarme en el umbral de tu voz que no se pierde.
Ahí … donde seguramente se guardará mi ayer
y se apasiona sin espinas el calendario del presente.

Soñemos juntos con voces de poeta inexistente,
afianzando horizontes y encadenando mañanas;
Sometiendo a prueba la voluntad de mi delirio
y el dulce sentimiento que pernocta en tu mirada.

Vivamos paso a paso,
rozando la sonrisa de mil cielos despejados,
acariciando los cabellos del andén de la esperanza.

Avancemos por instantes, entre segundos no contados;
por el sendero de un te quiero que compra acciones en el alma.




Liberando maravillas


Cenicienta mil veces me decía:
no mires sus zapatos, su tatuaje, su sonrisa.
Yo brillaba,
mi cuerpo a mil pegasos sometía
a buscarte en una red de trabalenguas,
yo moría,
tu palabra le gritaba a las plantas de mis pies:
¡ tienes que bailar un tango con Gardel
y ser amiga de Artemisa !

Tus ojos rebuscaba en un pajar de terciopelo,
bebía con ánsias tu veneno,
eran mi vodka las esquinas de tus dedos.
amaba tus silencios a escondidas,
tu brutal oligarquía,
la planicie extensa de tus miedos,
yo sufría,
tu luz era cadena que ante la logia me ponía
que me hacía adorar mis penas,
robarle a Dante su autoría,

¿ La divina comedia no era mia ?

Amaba tu verdad que era un ensayo,
poniéndo al himalaya una cornisa,
que ignorante,
estaba convencida: ¡ navidad sucede en mayo !
quise competir en hermosura con la brisa.
Yo temía,
tu aliento me obligaba a ser profeta,
adivina, bruja y agorera,
vistiéndome de bella pitonisa.

Ahora soy libre,
condené al infierno tus sátiras agónicas,
devolví al hada madrina su estúpida varita,

¡Ya no tengo que vivir con narnia entre sus crónicas
!