Quise lo que no creía



Quise alcanzar un sueño,
te ví,  creí,  hice de tí mi refugio
y los días se convirtieron en poemas,
en poemas donde tu arrancabas mis suspiros.

Te ví, creí, hice de ti mi cobija,
cerré mis ojos durante un segundo eterno
y te veía ... aquí, anidando en el brillo de mi voz
en la locura indecible que siento
al no poder tocarte.

Te ví,  creí,  hice de ti mi tormento,
porque en mi cuerpo ya estabas antes de conocerte;
 te conocí y mi alma ya te sentía,
hasta mis manos reconocieron tu cabello espeso.
Mi voz claudicó ante tí
y se rindió ... muda, silenciosa,
se arrodilló ante el brillo de tu mirada.

Te ví,  creí,  hice de ti mi pasión,  mi luz,  mi alegría
y en un instante cuando el viento se hizo leve
mis labios quedaron sin tu sabor
y mis dedos ansiosos por recorrer tu cuerpo, tu pelo,
comenzaron a extrañarte antes de haberte ido.


0 comentarios:

Publicar un comentario